Hace dos años comenzamos a animar la liturgia de los niños de nuestra misa familiar. Consiste en sacar a los niños a la capilla lateral tras el «Gloria», de forma que ellos escuchen solo el Evangelio y se les explique a su nivel. Luego, durante la recitación del creo, vuelven a sus bancos con sus padres.
Este Adviento, estamos haciendo un cartel cada domingo que se cuelga en el altar y se llevan a casa una estampita con el mismo dibujo, relacionado con el evangelio del día. Es otra forma de vivir la preparación de la Navidad. ¡Está resultando muy bien!