Nuestra Comunidad del Espíritu Santo ha tenido una asamblea, en la que hemos participado y hemos expuesto una «memoria» que nos ha pedido Fernando Urdiola, nuestra sacerdote. Está habiendo cambios desde su llegada y era importante sentarnos a compartir cómo nos sentimos y qué planes tiene para cada ministerio y grupo. Juntos, caminamos como familia en un barrio donde tenemos que dar mucho testimonio de nuestra esperanza.