En los últimos dos cursos hemos estado enfatizando la necesidad de orar juntos ante el Señor. Esto se ha concretado en nuestra oración-adoración mensual, los primeros jueves del mes, que abrimos a toda la comunidad del Espíritu Santo, nuestra iglesia.
Estar a los pies de Jesús es imprescindible si queremos crecer en la fe, el amor y la esperanza. Pero, a la vez, es el momento en el que hemos de volcar nuestros intentos por llevar una vida de oración personal y familiar. No es fácil, en este mundo de tanto ruido y ventanas abiertas en el que vivimos.
Marta y María: he ahí el gran reto de nuestra vida, la tensión permanente entre acción y contemplación, compromiso y oración.
Este Adviento, en medio de una situación marcada por la emergencia climática, la guerra de Ucrania y la crisis energética y económica que esta ha provocado, miramos a Jesús confiados y en actitud de intercesión por el mundo entero.