Hoy hemos ido a participar en la fiesta intercultural que organiza cada año el Centro Maín del Actur, de la comunidad de hermanas salesianas que forman parte de nuestra comunidad del Espíritu Santo. ¡Ha sido muy chulo! La verdad es que es bueno recordar la enorme riqueza cultural que nos rodea en nuestro barrio y aprender a convivir todos en fraternidad.
Ha sido un día muy especial, pues nos acompañaba en la eucaristía el Padre Michael Yuh, de Camerún, que nos ha regalado un nkeng, planta de la vida en su cultura, y ha concelebrado con José Ángel Fuertes en este día en que recordamos que el Espíritu Santo se derramó sobre todos los pueblos de la Tierra.
Después de la comida, una enorme paella de nuevo cocinada por Rafa, Clara, Jorge y Pilar, hemos organizado juegos para los niños de la comunidad, una yincana basada en los dones del Espíritu. ¡Somos una gran familia sin fronteras!
Tras una buena preparación, todo estaba a punto. La comunidad ha venido a la celebración en esta tarde de sábado y hemos tenido un precioso concierto de cantos africanos a cargo del grupo de los Focolares. Luego hemos bajado a los locales y cada uno había sido asignado a un grupo: los africanos comían mandioca y agua sucia, los orientales arroz y los occidentales una comida opípara. Como no lo habíamos explicado, la gente ha comenzado a protestar, por lo que hemos podido explicar que, en el fondo, esto ocurre todos los días, sólo que no lo vemos de una forma tan clara. Al final, claro está, hemos compartido todos la fiesta y la comida, signo de ese mundo que queremos construir.
Los que se ha sacado de la venta de artesanía y de donativos va a ir a ayudar a una misión de Kenia.
Como todos los años, hemos participado en la vigilia de oración de la Campaña contra el Hambre de Manos Unidas que se ha celebrado en la Iglesia de Ntra. Sra. de la Esperanza, de nuestra parroquia. Gracias a lo que han preparado Javier, Paco y otros miembros de nuestra comunidad, hemos reflexionado sobre las injusticias del mundo que nos llevan a que más de mil millones de personas no tengan lo suficiente para llevar una vida digna.
Nuestra historia como grupo comenzó hace mucho tiempo… Pero tiene un nacimiento: la inauguración de nuestra iglesia del Espíritu Santo, la «casa» que reúne a la Comunidad del Espíritu Santo de nuestra parroquia de San Andrés.
José Ángel Fuertes, nuestro sacerdote, ha ido convocando y animando la Comunidad desde dos años antes. La mayoría veníamos de la Comunidad de Nuestra Señora de la Esperanza. En este tiempo hemos ido viendo cómo crecía el edificio, pero también el templo de «piedras vivas» que componemos una verdadera Iglesia, comunidad cristiana. Y, tras muchas vicisitudes, la hemos abierto hoy, 25 de septiembre de 2005, Consagrada por el arzobispo emérito, Elías Yanes, quiere ser la casa de Dios y de su pueblo, de todos y todas, de grandes y pequeños, en este barrio del Actur de Zaragoza.
